Desesperado al ver que mi cuadro era un esperpento, decidí relajarme y le fuí a dar de comer a mis mascotas Koi. En escena Bigote (que se acaba de comer un sabroso stick), Colorado y llegando tarde Tigre. La roca con musgo daría un placer sublime a un experto en Jardines Zen.
Sunday, April 08, 2007
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