Continuando la ensoñación

El producto del encuentro

El zapato, nave enclave, es mi planeta en evolución. Territorio propio en el Cosmos al que observa creyendo ajeno y fuera de su responsabilidad.

Imprevisiblemente previsible una lona sale de la unión del taco al zapato al que envuelve en un elipsoide armónico vibrante que se convierte en un manto de espuma, y provoca una vibración que altera el ritmo del taconeo danzante a través del cual la globalización va produciendo curiosos epifenómenos al concientizar que lo residual es el actor y uno probablemente la víctima.

Conciencia angustiosamente necesaria y urgente para que no sea la última sorpresa inmediata previa al final.

Residuos

Tenía la certeza de que la amargura en la boca
al despertarme y sentarme al borde del cosmos
no era más que los residuos de mi planeta en evolución.

Así como también estaba seguro de que el ritmo
en la esclerótica de los ojos
eran la globalización que altera al no bajar la vista.

Los callos en las manos:
ruinas de la nave enclave donde camino a tientas.

Las arrugas de entrecejo:
territorio donde y cuando, se debe llorar

Tenía la certeza de un inmediato final

Hoy no tengo seguro nada.
Tomo Conciencia y camino.

Gracias Omar Pimienta por permitir este ejercicio sobre vuestra poesía "Residuos".
Biografía de este poeta mexicano se encuentra en este link

¡ La realidad no existe !

ODISEA NEWS INFORMA

¡ LA REALIDAD NO EXISTE !

--- Extraordinaria Revelación ---

En el marco del Taller Odisea y en un proceso de ensoñación se diluyó el límite de lo que hasta hoy llamábamos “la realidad”.

El suceso acontecido en la Casita de los Ingleses, cerca de Roma, un esforzado grupo de argonautas rompió sus ataduras a lo real y transportados en mágicos calzados se lanzaron hacia el interior de las cosas. Para ello debieron descubrir en la bolita semi oculta en los pliegues de la camisa, su música interior y al danzarla abrieron las grietas que le permitieron entender que su territorio no era, no había sido, ni sería sino en función del otro territorio del danzante contiguo.

Absortos en su descubrimiento dejaron fluir sus emociones más profundas dándose cuenta que el gozo no es mensurable, que sacia pero deja ansia de más, y que es tan fácil el obtenerlo como el decidir no tenerlo.

Liberados de la realidad comprendieron que nunca debían sentirse completos y que el amor no es un negocio de a uno sólo.

Ya apagadas las luces y en solitario uno de los asistentes simplemente suspiró y decidió seguir adelante. El humo que exhalaba se mezclaba en la frondosa vegetación mientras se alejaba cansinamente.

Evocaciones del danzar

Lo nunca sospechado se abre a través de la creatividad inherente al danzar.
Lo aleatorio de sus movimientos lleva por los caminos interiores expresándolos aunque no siempre comprendiéndolos. Y he ahí su belleza y la expresión de nuestra capacidad poética y creativa.
La incertidumbre es un promotor del cambio permitido a través de los arabescos y repliegues del danzar.
La imaginación y el sentir se entrelazan al danzar.
La superficie de lo dado por establecido se agrieta en la libertad del movimiento y permite la introspección a mundos en la esfera de la esencia profunda.
Hay una impronta rítmica ancestral que al ser común a todos nos une en un estado superior de comunión. Este debe ser un escalón necesario para elevar nuestra especie al nivel superior de evolución.
Al danzar estoy dentro de mí pero a la vez unido a todos, sin límites ni diferencias.

Conjuro al Zapatero

Olaf, yo te convoco, Oh habitante de las Cavernas del Averno en el Planeta del Destino ...
Soy el alma del Zapato no corporizada, antigua pero no vieja, renovada pero no desvencijada, anhelante de Amor en búsqueda reflexiva ...

... que como vacío completo reposa en la superficie de esta agua transmutante que se expande inundándome, permitiendo comunicar mi angustia existencial sobre la levedad de la vida y la necesidad de trascender, aunque no la propia trascendencia individual sino la de la especie a que pertenezco, con un sentido de responsabilidad indelegable y motorizada en el amor.

Te conjuro en nombre de la berenjena alienígena, devoradora creativa y de su cohorte de verdes viriles dispuestos a fecundar y producir mi corporización, ...

... realizar un par de zapatos con materiales del ámbito vegetal, ya sean hojas raíces o lianas, en un plazo perentorio dado mi urgencia.

Este par de zapatos me deben permitir danzar sobre la tierra virgen pluripotencial, iluminado por las llamas del entusiasmo y la determinación, al ritmo de esa música ancestral, rítmica, entonante y evocativa de los espíritus superiores, arcanos originantes del misterio de la vida.