¡ LA REALIDAD NO EXISTE !
En el marco del Taller Odisea y en un proceso de ensoñación se diluyó el límite de lo que hasta hoy llamábamos “la realidad”.
El suceso acontecido en la Casita de los Ingleses, cerca de Roma, un esforzado grupo de argonautas rompió sus ataduras a lo real y transportados en mágicos calzados se lanzaron hacia el interior de las cosas. Para ello debieron descubrir en la bolita semi oculta en los pliegues de la camisa, su música interior y al danzarla abrieron las grietas que le permitieron entender que su territorio no era, no había sido, ni sería sino en función del otro territorio del danzante contiguo.
Absortos en su descubrimiento dejaron fluir sus emociones más profundas dándose cuenta que el gozo no es mensurable, que sacia pero deja ansia de más, y que es tan fácil el obtenerlo como el decidir no tenerlo.
Liberados de la realidad comprendieron que nunca debían sentirse completos y que el amor no es un negocio de a uno sólo.
Ya apagadas las luces y en solitario uno de los asistentes simplemente suspiró y decidió seguir adelante. El humo que exhalaba se mezclaba en la frondosa vegetación mientras se alejaba cansinamente.
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